11/04/2011

SANTANDER

Retomamos nuestro cuaderno de viaje...esta vez bajo el prisma de Vj Paradigma, aquí va:


El viaje a Santander.

Es un viaje largo, un viaje bonito. Vimos caballos, vacas, ovejas, cuervos,
Águilas, y aguiluchos. Luego estábamos nosotros que parecíamos menos animales porque nos desplazábamos en maquina (auto en italiano). Hemos estrenado carro se trata de un buen carro. Se llama furgoquadra 2.0. Su dueño es un poco brasas, pero no nos queda mas remedio que aguantarlo. La máquina; le han echo una foto a 20 km de Compos a la altura de Oroso, alguién sabe si ese fotomatón funciona? Ojalá nos envíen la foto (no tenemos ninguna con el nuevo buga) pero que no nos la cobren, serìa un detallazo por parte de la DGt. Es mas nos comprometemos a devolverle una copia firmada por los tres.
Tres; esta vez éramos 4. Martín es el fotógrafo analógico del grupo. Su Camara es una pasada y consigue encuadres imposibles de hacer hasta para los mas profesionales del ambiente fotográfico. Visor. Previsor. Martín es músico; pero le rallan los monotemas, el resto somos pesados. No nos vemos. Necesitamos. No nos damos cuenta. se queja; su musica, mp3, no gusta a parte de los integrantes del auto. La cambiamos. El no protesta. Va callado. Mide las palabras. Cuidao!!!! Un ciervito. Llegamos a Santander pronto. Santander, pero que hermosa eres! Aparcamos al lado de la playa y del garito. Preciosos los dos. Prometía la noche. Prometía. Zubi y zarreta dos tíos muy majos. No es el nombre, es el concepto. Uno el Técnico, otro el dueño. Durante la prueba, probamos. Cenamos. Después de la prueba, nos encontramos con David el vasco y Damisela. Vaya ilusión nos hace encontrarnos con gente conocida. Con los mas grandes norteños. El garito tiene un restaurante adosado. Cenamos bien gracias, pâté de marisquito, croquetas, algo más, y vino. Exquisito. Eran las 22.00h, Martín tenía que bajarse a la taquilla. Concierto. Bien también. Lo dimos todo. Ya apetecía tocarnos juntos. Recogimos el equipo y nos dimos prisa. Martin quería que lo acompañase en su moto nueva. Flipé un poco porque a Tin le gusta la velocidad, justa, sin miramientos, si hace falta más, pués eso. Del garito al hotel y del hotel a los garitos, en moto. Llegar en moto a los garitos está bien. Llegas el primero casi siempre.

Después del paseo llegaron los chupitos y las conversaciones. Enteras, sin complejos, risas y buen humor. Cuando te das cuenta son las 5 y no te moviste del 1er garito. La moto estaba bien aparcada, eso es cierto. Nos movimos, con cierto ritmo, acompasados, no acomplejados. La noche se iba convertir en día. Era el momento de o pequeno almorço. Mal, comimos como un gato con mucha hambre, que entra en un bar y se pide unos churros. Era la idea de comer antes de meternos en cama lo que nos hacía el hambre. Clavada. Conscientes. Nos despedimos de la gente de Santander en varios idiomas. Y no cogimos la moto, fuimos a pie. Era más fácil. Más entrañable. Santander es mas que el Racing y Sardinero, anchoas y liergana. Hay personas, confiadas, concretas y amables. El hotel con wifi y ducha. Calentita. Tele. No me gusta Almudena Ariza. No se. Creo que Finge. Busca un premio o algo así. Como aquel juez su Nobel. Desayuno, zumo, café y más. Supermercado, pitillos, provisiones, música, coche, carretera. Parada, fotos, mar, costa, norte, salitre. Casa, descanso, mimos, trabajo. Viajar es bonito. Pero más bonito es sentir el viaje.