Lo cierto es que no me importaba mucho la lluvia este día. Tenía la mente ocupada en otras cosas. Sentía una leve ansiedad, un cierto nerviosismo, una inquieta y terca hormiga que dibujaba círculos sobre la piel de mi barriga. Deseaba que las horas se sucediesen rápidas hasta el momento de arrancar la furgo.
A las cinco tomamos un café para relajarnos - siendo muy conscientes de que la cafeina es...un alcaloide del grupo de las xantinas, sólido cristalino, blanco y de sabor amargo, que actúa como una droga psicoactiva y estimulante. Al acarbarlo partimos rumbo a Vigo mucho más tranquilos.
Llegando a Porriño recibimos la llamada del ahorro y Diego nos dice que podemos empezar la prueba antes de tiempo...así que encendimos los turbo propulsores de la FurgoQuadra y ascendimos vertiginosos y temerarios la "Autovía da Morte" alcanzando velocidades de hasta 60 e incluso 80 km/h...una locura!!!
Al llegar a Vigo sucedió el milagro. Nuestros ojos vislumbraron unas rayas azules en el suelo sucedidas de un espacio negro sobre el cual pudimos aterrizar con nuestra nave verde botella y descargar el equipo sin molestar a ninguno de los relajados conductores que circulan por esta apacible ciudad.
Sobre las seis de la tarde ya teníamos el set montado y estábamos probando sonido. SI, UNO, HOLA, HOLA, SI, SI, UNO, DOS (somos muy originales). Todo muy bien.
Al acabar la prueba, Cuco y Álex se fueron a los estudios de la Ser para grabar una entrevista para el programa Maketón, mientras yo me dedicaba a otros menesteres.